En 2017, la fundación para la Ayuda de Niños y Adolescentes en Riesgo (ANAR) publicó un informe en el que explica que 75,3% de las agresiones se realizan a través de la plataforma de mensajería instantánea WhatsApp y 37.6% de acoso se daba en las redes sociales como Instagram o Tiktok.
Según el mismo informe, la edad media de las víctimas es 13 años. Esto ocurre, porque es el periodo en el cual los jóvenes comienzan a participar en la dinámica de Internet y suelen utilizar estas herramientas sin supervisión de un adulto.
Para mitigar el riesgo de que nuestros hijos sufran este tipo de situaciones en la red y aprovechando que ahora estamos pasando más tiempo con los pequeños en casa, Verónica Vidal, psicóloga y asesora en el departamento de psicología de Fundación Habla, sugiere el siguiente decálogo de medidas a tomar:
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- Mantén una buena comunicación asertiva. Al establecer una relación de confianza y respeto con nuestros hijos podremos ser partícipes de lo que pasa en sus vidas y formar parte de su entorno social.
- Establece horarios de ocio y descanso. Este tiempo puede ser aprovechado, no solo en internet y videojuegos, sino también para reposar o compartir en familia: armar un rompecabezas, realizar ejercicios, pintar, entre otras actividades.
- Utiliza el control parental en dispositivos electrónicos. Es una buena herramienta para poner límites razonables al uso de las tecnologías. Convérsalo con ellos y establezcan normas en conjunto con las que ambos estén de acuerdo.
- Trabaja con tus hijos el respeto por su cuerpo. Como padres es nuestra responsabilidad darle las herramientas a nuestros pequeños para aprender a respetar a los demás y a ellos mismos. Es muy importante enseñarles que son dueños de su cuerpo y que ninguna persona, sea quien sea, tiene derecho a tocarlo sin su consentimiento.
- Enséñale a decir ¡No! y a establecer límites. En la medida en que sean capaces de identificar en que espacios y con qué personas se sienten a gusto podrán también rechazar aquello que no les gusta.
- Fomenta su autoestima. El amor propio es el motor que hará que nuestros hijos estén a gusto con ellos mismos y sean capaces de tener su propio criterio, defenderlo y establecer amistades positivas con otras personas.
- Estimula interrelaciones saludables en casa. Vínculos basadas en el respeto, la empatía, la honestidad y la amabilidad son fundamentales para que los pequeños puedan tener un repertorio de lo que significa cultivar relaciones sanas donde puedan sentirse escuchados, comprendidos y queridos.
- Comienza una política de “no guardar secretos malos”. El abuso sexual u otro tipo de maltrato como el ciberacoso, suelen estar rodeados de secretismo, amenaza y culpabilidad. Por ello, es muy importante enseñarles a distinguir entre secretos buenos (por ejemplo un postre de sorpresa) y malos (cualquier cosa que lo haga sentir incómodo o temeroso).
- Edúcalo sobre los riesgos que existen a través de las nuevas tecnologías. El sexting y el grooming son algunos de ellos. En el caso de los adolescentes, es nuestra obligación enseñarles algunas reglas de seguridad básicas: no compartir datos personales ni difundir imágenes propias a través de la red y mucho menos citarse con personas anónimas para conocerse personalmente. Además, deben saber que difundir cualquier material con contenido sexual de menores de edad, es un delito.
- Nunca pongas en duda su testimonio. Cuando un niño habla de abuso o de alguna situación que lo incomoda, presta atención: para ellos es un gran esfuerzo hacerlo. Muestra a tus hijos que mamá y papá saben escuchar. Refuerza lo valiente que está siendo al hablar sobre lo que le ha ocurrido y hazle saber qué harás todo para protegerlo.