En el teletrabajo debemos aprender a conjugar las tareas de la empresa y el hogar. En casa somos profesionales, pero también somos padres que debemos atender a nuestros hijos o hijos que debemos atender a nuestros padres. Durante el confinamiento, cumplimos distintos roles como miembros de un grupo familiar y un equipo de trabajo.
Ahora solo hacen falta un par de pasos para llegar del cuarto a la oficina. El trabajo desde casa es la dinámica laboral que han adoptado distintas empresas en todo el mundo para seguir operativos durante la cuarentena. Lo cierto es que este formato requiere de disciplina para no pasar todo el día en pijama y con la lista de pendientes abierta.
A continuación, te damos unas claves para que aprendas a trabajar desde casa efectivamente y a sortear los periodos de incertidumbre en equipo con tu familia y tus compañeros de trabajo:
Mantente activo desde que abres los ojos
Salir de la cama es el primer objetivo de muchos a los que se le quedan las sábanas pegadas. Trabajar desde casa hace tentadora la idea de estar más tiempo en cama, pero esos minutos pueden convertirse en un par de horas que pudieron ser productivas. La recomendación es no revisar el celular mientras sigues acostado. Levántate, tiende la cama y tómate un vaso de agua para activar el cuerpo y la mente.
Báñate con agua fría y vístete como si fueras a la oficina
¡Sí! Haz el intento de bañarte con agua fría. Las exposiciones al frío mejoran la capacidad de controlar el estrés. Si no estás acostumbrado a ducharte con agua fría, sabes que hacerlo requiere fuerza de voluntad. Pues esa determinación tan sencilla es un ejercicio de autoconfianza que te impulsará a tomar decisiones más arriesgadas en tu vida en general. Aunque tienes la opción de trabajar en pijamas, el efecto psicológico de “vestirte para ir a trabajar” o en este caso “para ponerte a trabajar” ayuda a programar la mente en modo oficina.
Habla con tu familia
La casa será la oficina de muchos en la nueva normalidad. Aunque el hogar y la oficina comparten el mismo espacio físico, hay que saber diferenciar los roles que vamos asumiendo a lo largo del día. Las personas que viven con nosotros deben estar al tanto de que no vamos a poder prestarles atención plena durante nuestras horas laborales y que necesitamos de su apoyo para cumplir los objetivos.
Niños a bordo
Integra a tus hijos a tu ecosistema de teletrabajo. Si le explicas de qué va tu cargo, cuáles son tus objetivos y cómo los vas logrando; verte tan concentrado en tu trabajo lo motivará a tener éxito profesional y centrarse en hacer sus tareas. Depende de la cantidad de atención que merezca el niño, los padres que trabajan desde casa deben establecer horarios para el cuido de sus hijos más pequeños. Si además eres “padre de tus padres”, atender a los adultos mayores requerirá también planificación y comunicación con quienes pudieran apoyarte en los quehaceres del hogar.
Acondiciona un espacio de trabajo
Procura no teletrabajar desde el cuarto en el que duermes. Si es posible acondiciona un lugar en la sala o el balcón de tu casa para que sea tu espacio, en el que tengas una computadora, conexión a internet y un asiento para mantener una buena postura si nos toca estar sentados mucho rato.
Evita distracciones
Silencia las notificaciones de las redes sociales y procura concentrarte durante lapsos específicos. El Método Pomodoro propone que por cada 25 minutos de trabajo enfocado podemos tomarnos 5 minutos de descanso. La idea es no fatigar al cuerpo y hacer pausas para tomar agua y estirar el cuerpo.
Planifica los horarios
Hay quienes se sienten más productivos a ciertas horas del día. Suele aprovecharse el periodo de 8 de la mañana a 12 del mediodía para las tareas que requieran mayor concentración de tu parte y dejar para la tarde las reuniones o llamadas pendientes.
Si puedes hacer algo en menos de dos minutos, hazlo al momento
Pensar todo el día en la transferencia bancaria que debes hacer te puede distraer de otras tareas a que requieren más tiempo. Dedica un espacio de tiempo a esas tareas que puedes resolver en dos minutos o menos. Esas pequeñas metas suman voluntad para lograr objetivos más grandes
Recuerda: eres tu propio jefe
El teletrabajo requiere la misma disciplina que en una oficina. Aunque no tengas a un supervisor vigilándote detrás de la silla, debes ser consecuente con las metas que te propones cumplir a diario. La mente se va programando con los hábitos. Puedes crear un sistema de recompensas: si mando estos correos antes de las 10, me tomo un café.
Planifica tus tareas el día antes
Despertarse con un plan de acción definido con anticipación te pondrá en marcha. Puedes apoyarte en una agenda, una libreta o aplicaciones como Google Keep, que te permite hacer listas de pendientes e ir marcando las que hayas cumplido.
Mantente conectado y animado
Las telecomunicaciones son el gran aliado en momentos de distanciamiento físico. Mantén la comunicación con tus equipos de trabajo para reportar avances y feedback en pro de hacer un mejor trabajo. Escucha música acorde a tus tareas. La música de los videojuegos puede ayudar a concentrarte. O más bien si quieres inspirarte con un concierto de piano, busca algún repertorio en Youtube y haz la prueba.
Autor: Ivana Zambrano, Telefónica.